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VANCE, EL CAZADOR (CAP. 13)


13 – RESPUESTAS


                   El pasillo que se abre ante Vance es bastante ancho y está bien iluminado por tres focos halógenos convenientemente situados en el techo. En la pared izquierda del pasillo hay tres puertas de madera y otra más al final del mismo, junto a la cual se puede ver una escalera ascendente. En la pared de la derecha no hay puerta alguna. Vance camina arrimado a esa pared, en previsión de un posible ataque sorpresa proveniente de una de las puertas, ataque que no se produce. En la puerta del fondo, con ventana de cristal translúcido, Vance se acerca al cristal para tratar de escrutar el interior de la habitación. Al no ver moverse nada, ni percibir ruido alguno proveniente del interior de la misma, da por sentado que la habitación está vacía, así pues, se encamina con cautela hacia las escaleras y comienza a subirlas.
                   Cuando llega a la planta de arriba se lleva una pequeña sorpresa. La planta entera es una especie de habitación muy amplia, que termina donde él se encuentra, con una balaustrada de madera de caoba pintada en blanco coronando la escalera. Al fondo de la habitación hay un enorme ventanal dividido en ocho enormes cristales dobles, que, según se imagina Vance, de día ilumina toda la estancia. A ambos lados de la espaciosa sala hay colocadas dos amplias librerías repletas de libros de todas las clases y tamaños. En ambas paredes, y cercanas a la balaustrada de madera, hay sendas puertas de madera. En el techo de la sala, justo en el centro exacto, un gran foco halógeno circular ilumina la estancia. Al fondo de la habitación, y situado frente al enorme ventanal, se encuentra dispuesto un enorme escritorio de madera de nogal, pintado en negro, y un enorme sillón de cuero negro con respaldo alto. En el sillón se encuentra sentado el propio Ventura, con su ayudante Rossi de pie a su lado, que le saluda al verle llegar.
- Pase, amigo mío, pase – le indica con la mano – No se quede ahí y acérquese hasta aquí.
- Dejemos clara una cosa – Vance se encamina con paso decidido hacia el centro de la sala – Ni soy, ni seré nunca, su amigo. ¿Le queda claro?
                   Cuando se encuentra a dos metros escasos de distancia del escritorio, una extraña fuerza invisible le frena en seco y le clava en el sitio, al tiempo que un molesto cosquilleo le recorre por toda la piel.
- Electroestática – le aclara oportunamente Ventura – Bastante molesta, ¿verdad que sí? Pero muy útil, sobre todo si te mueves en los círculos en los que yo me muevo, muchacho. Dale las gracias a mi ayudante, el señor Rossi. Él es quien tiene el poder de generar ese campo electroestático que te mantiene convenientemente inmovilizado.
- ¿Quién es usted? – logra preguntar Vance, sorprendido ante este descubrimiento.
- ¡Ah, por fin, la pregunta adecuada! – Exclama feliz Ventura mientras se pone de pie y se encamina hacia él - ¿Sabes? Si te hubieras planteado esa pregunta desde el principio, nos habríamos ahorrado muchos problemas, tanto tú como yo. Te lo aseguro, muchacho.
- ¿De qué habla?
- Verás – le explica Ventura mientras pasea a su alrededor con aire triunfante – Sé lo que es “La Pirámide”. Oh, sí, no me mires así, lo sé. Como también sé que, en unas semanas, se elegirá a los nuevos miembros de su consejo; esto es, manos, brazos y hombros. Espera, ¿cómo dicen en la agencia? Ah, sí, ya lo recuerdo… - comienza a declamar teatralmente - “La cabeza mueve el hombro, que dirige el brazo, que guía a la mano, que tiene dedos. Y los dedos tienen uñas”, ¿Era así, no es cierto? – Ventura sonríe al sorprendido Vance, que no da crédito a lo que oye de labios de Ventura.
- ¿Cómo…?
- ¿…Sé todo eso? – Ventura termina la pregunta – Porque, amigo mío, aquí donde me ves, soy un aspirante a ser una de las manos.
- Eso es imposible – replica Vance incrédulo.
- ¿En serio lo crees así? – Le pregunta Ventura – Entonces eres más tonto de lo que pensé, hijo.
- ¡No soy su hijo! – Le espeta furioso Vance - ¡Deje de llamarme así!
- ¡Vamos, vamos! – Le calma Ventura – Tenemos que empezar a llevarnos bien si es que vamos a trabajar juntos en el futuro, ¿no te parece, muchacho? ¡Pelillos a la mar, que suele decirse!
- Olvídelo.
- A ver, chico – Ventura se frota el entrecejo con los dedos para liberar parte del estrés acumulado en esa zona – Clase particular sobre “La Pirámide” y su jerarquía de mando: Arriba del todo tenemos a la cabeza, Abe Moses, fundador de la agencia y, desde entonces y hasta ahora, única cabeza de la agencia. El resto de cargos; hombros, brazos y manos, han ido sufriendo cambios durante los últimos años. Cada cuatro años, al igual que en las elecciones generales de un país, se revisan a dichos cargos y, de ser necesario, se les cesa y se nombran a otros nuevos. ¿Es así o me he olvidado de algo? Bien. El señor Brazilev, el hombre de la fotografía que te enseñé en el restaurante, es mi rival más directo en el cargo de mano – Ventura se encoge de hombros y sigue hablando – Las malas lenguas me informan de que tiene todas las papeletas para ocupar ese puesto. Por desgracia, yo también deseo ese cargo, pero ocupo el segundo lugar en los informes. ¿Lo vas cogiendo ahora, chico?
- ¿Y por qué no le dice a él que lo haga? – Vance señala con la mirada a Rossi.
- ¿Rossi? – pregunta con cierta extrañeza Ventura – Ay, chico, veo que no estás del todo en la onda. No puedo arriesgarme a que me relacionen con el asesino de Brazilev, supongo que eso lo entiendes, ¿verdad? A Rossi podrían descubrirle y eso sería nefasto para mis planes. En cambio tú… – Ventura sonríe y se encoge de hombros una vez más – Tu poder es único, muchacho. Puedes entrar en casi cualquier lugar sin apenas ser visto. Entras, coges lo que deseas y te marchas. ¡Imagínate lo que podríamos hacer juntos!
- ¿Por qué cree que le voy a ayudar? – pregunta Vance, algo dolorido tras llevar varios minutos soportando el campo de fuerza electroestática.
- Porque no te queda otro remedio, chico - Ventura saca del bolsillo derecho de su pantalón un pequeño mando a distancia y aprieta uno de sus botones. Una de las secciones de la librería situada a la derecha de la habitación se mueve hacia un lado y deja al descubierto una pantalla de televisión de plasma de unas veintisiete pulgadas. Pulsando en un segundo botón, la pantalla se ilumina y comienza a emitir unas imágenes, en donde puede verse a Vance golpeando hasta la muerte al secuestrador de June - ¿Qué crees que dirán en la agencia cuando vean esto?
- ¡Usted lo planeó todo!
- Casi todo – le corrige Ventura – Verás, cuando supe que el señor Richardson era tu padre ¡bang!, una bombillita se encendió aquí dentro – Ventura se golpea en la frente un par de veces con el dedo índice de su mano derecha – Pensé que sería buena idea atosigar al viejo para que tú tomaras cartas en el asunto, pero, para mi desgracia, descubrí también que la relación que mantenías con él no era la más apropiada para mis planes. Te aseguro que su muerte no entraba dentro de lo que tenía pensado. Cuando te hice llamar para proponerte el negocio, vi claramente que serías un hueso duro de roer, así pues, decidí golpearte donde más te duele. Tu madre.
- ¿Por qué matarla? – La ira intenta abrirse paso a través del cuerpo dolorido de Vance - ¿¡Por qué!? ¡¡Ella era inocente!!
- Y te aseguro que no había nada más lejos de mis intenciones que el hecho de matarla – le contesta Ventura sin inmutarse ante la creciente rabia de Vance – El capullo de Mastiletto solo debía ir a tu casa, golpear a tu madre un par de veces y, a lo sumo, arrojarla por una escalera. Pensé que eso sería suficiente para hacerte entrar en razón y volverte más “cooperativo”. Por desgracia, como decía, el tonto de Mastiletto lo jodió todo a base de bien. ¿Te lo puedes creer? Una chavala y una anciana le dieron de lo suyo a ese incompetente, ¡ja! Que le disparase a la vieja no entraba dentro de las órdenes, puedes creerme. Mal asunto, la verdad es que sí…
- ¡¡Hijo de puta!! – Vance ruge encolerizado y trata de acercarse a Ventura, pero el campo electroestático de Rossi aprieta más su tenaza y le da una buena sacudida en todo su dolorido cuerpo - ¡Te mataré! ¿Me oyes? ¡¡Aaargh!! – la nueva sacudida del campo le hace caer rodilla en tierra ante el inmutable Ventura, que continúa con su explicación.
- Como iba diciendo. Al verse superado por los acontecimientos, Mastiletto se puso en contacto conmigo para que le diera nuevas órdenes, fue entonces cuando le ordené que llevara a tu hermanita al viejo almacén y te llamara. Sabía cómo ibas a reaccionar, por supuesto que sí, pero el capullo de Mastiletto no, porque ni siquiera sabía qué clase de persona eres. En ese almacén guardamos algunas veces mercancías un tanto “especiales”, por eso tenemos cámaras de vigilancia hábilmente escondidas por el interior del edificio. Era cuestión de tiempo esperar a que llegaras allí y le dieras su merecido al idiota de Mastiletto. ¡Y lo hiciste, ya lo creo que sí!
- Desde luego – corrobora Rossi – Le diste su merecido.
- A-Aún estás a t-tiempo… - le comunica Vance.
- ¿A tiempo? – Pregunta éste extrañado - ¿A tiempo de qué?
- De m-marcharte… - responde Vance – Si te vas a-ahora, te dejaré vivir. S-si te quedas, daré por sentado que le defiendes… – Vance señala con la mirada a Ventura – Y tampoco tendré piedad contigo. Tú eliges.
- ¿Estas de guasa? – Pregunta Ventura sonriente - ¡Por si no te has dado cuenta, no estás en condiciones de amenazarnos! ¿O es que no ves en qué punto te encuentras, muchacho?
- Lo v-veo – Vance hace acopio de todas sus fuerzas para ponerse nuevamente en pie y mirar a Ventura a los ojos – Es usted el que no ve lo que ocurre.
- ¿De qué diablos hablas, chico? – Espeta enojado Ventura ante la arrogancia de Vance.
- Dígame una cosa – Vance le desafía con la mirada - ¿Cuánto tiempo más cree que podrá aguantar su amigo activado el campo que me retiene?
- ¿Pero qué demonios…? – Ventura se fija en Rossi y ve que el sudor que perla su rostro demuestra el esfuerzo al que está siendo sometido por mantener activado el campo electroestático. Furioso, saca del interior de su chaqueta una pequeña pistola y apunta con ella a Vance - ¡A la mierda, buscaré a otro que haga el trabajo por ti! ¡Date por muerto, muchacho!
CONTINÚA

1 comentario:

  1. D:!
    Emocionante!!
    No puedo esperar a leer el siguiente capítulo. De hecho, no, iré inmediatamente hacia él! ^^

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