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" .... Estoy loco, lo reconozco, si no, no me explico
qué puñetas hago yo aquí, sobre la azotea de un edificio de quince plantas, en
mitad de la noche, con un frío que pela y vigilando bajo la lluvia a una panda
de críos que juegan a ser matones. Lo dicho, estoy loco....
¿Que quién soy? Un loco, ya lo dije antes ¿no?
¿Que qué hago aquí? El idiota, qué otra cosa podría hacer aquí si no....Pero
supongo que estaréis ávidos de más información sobre mí, ¿verdad? Información,
esa es la clave. La información es poder y a los hombres les encanta saber. Está
bien, os daré información....
Me llamo Nathaniel Fears, soy.... ¿Qué soy? ....
¿Asesino a sueldo? Sí ¿Cazarecompensas? Sí ¿Ejecutor? También. Trabajo
para quien me pague, o, mejor dicho, para quien pueda pagarme, puesto que mis
honorarios son muy altos. Soy el mejor en lo que hago y mi nombre clave es
Black Fox. SI estás en mi lista, date por muerto.
Os preguntaréis si voy armado, ¿verdad? Por supuesto.
Uso un par de pistolas de energía que disparan rayos de plasma, una espada de adamantium,
el metal más duro creado por el hombre, y un bastón del mismo metal. El bastón,
un tubo de 3 cms. de diámetro y 66 cms. de largo, guarda alguna que otra
sorpresa en su interior.
Más información adicional:
Mi ojo izquierdo es cibernético; posee dos lentes especiales, una telescópica y
otra de visión por infrarrojos. Ésta segunda lente me permite, además de ver a
larga distancia, ver en la oscuridad. Deberíais ver como me brilla el ojo en la
oscuridad....
A lo que iba; aquí
me tenéis, en plena noche, esperando a que estos pardillos hagan la entrega a
su comprador. ¿Que qué venden? Armas, al menos eso me dijo mi informador. ¿A
quién se las venden? Eso es lo que espero averiguar esta noche,.... si no me mata antes un resfriado.
.......... Vaya, parece
que por fin hay movimiento. Un camión acaba de llegar al almacén. Veo a dos
tíos bajándose del camión.... y no me gusta ni un pelo. ¿Que si los conozco? Por
supuesto. Son Lang y Kora, dos de los
componentes de " Luna Negra “, un grupo terrorista que trabaja para la mafia japonesa; gente mala,
vaya que si. Si estos dos están aquí es que sus compañeros andan cerca, jamás
trabajan solos. ¡Bingo! Ahí salen Sorgo
y Yago...... ¿queréis que os los presente? Vale: Lang es capaz de generar rayos
eléctricos de gran voltaje. Kora, además de guapa, puede transformar su brazo
izquierdo en cualquier clase de arma. Yago absorbe la energía que le rodea y la
convierte en rayos de plasma. Y por último está Sorgo, un psicópata homicida en
toda regla, que posee dos cuchillas retractiles ocultas bajo la carne de sus puños.... Lo dicho,…. un psicópata.
Mientras hablan
entre ellos, uso mi bastón para deslizarme por el cable de alta tensión que
comunica ambos edificios, llegando hasta la azotea del almacén con tranquilidad
y sin que me vean. Están hablando con seis jóvenes con pinta de pandilleros quienes,
al parecer, son los traficantes. El jefe de los traficantes es un pelagallos
del tres al cuarto que parece haber visto
muchas películas de mafiosos, al juzgar por su estúpida pose de matón. Solo
hay una cosa que me escama de este asunto, ¿qué pueden tener estos pelagallos,
dentro del almacén, que pueda interesarles a los de " Luna Negra “? .... Ey,
¿no os pica a vosotros la curiosidad? A
mi también...., por eso aprovecho que no están mirando para colarme por una de las ventanas y así fisgar un poco.... No os chivéis, ¿de acuerdo?
El edificio está
dividido en dos plantas formadas por dos pasarelas metálicas, unidas entre sí
por vigas metálicas en sus cuatro esquinas y por escaleras, también metálicas,
en la mitad de cada uno de sus laterales. Hay cajas de madera amontonadas a lo
largo de las pasarelas, lo cual me sirve para poder mirar sin ser visto. Cada
pasarela está vigilada por un guardia,.... nada que mi bastón no pueda
solucionar con un par de golpes;.... dos menos. Abajo, en la planta principal,
hay algo que me mosquea cantidad.....
Aparte de las viejas
máquinas del propio almacén, hay una especie de enorme tubo cilíndrico, de cristal,
lleno de un extraño líquido verduzco.... No me preocupan ni el líquido, ni el
tubo en si,.... lo que me preocupa es la extraña sombra con forma humana que se
ve dentro del tubo; seguro que al final me tendré que dar de tortas con esa cosa....
Por fin veo entrar a
los de “Luna negra” al interior del almacén. Sorgo, con su habitual pose de
indiferencia hacia el resto de la humanidad, permanece algo separado del grupo.
Kora (señor, como está la niña...) no se
despega de su hermano Lang, que no le quita ojo al tubo de cristal. Yago, por
su parte, se encarga de negociar con los seis traficantes. Por lo visto, los de
“Luna Negra “guardaban el enorme tubo cilíndrico en el almacén propiedad de los
traficantes. Estos les piden el dinero acordado
más algunos intereses, cosa que a los de “Luna Negra “no parece hacerles
mucha gracia. A una señal de Yago, Kora transforma su brazo en una
ametralladora y se carga de un plumazo a los seis..... Y entonces me doy cuenta
de que junto a ellos falta alguien.... Sorgo
ha desaparecido y no le veo junto al grupo,.... lo cual me escama. De pronto,
algo en mi cabeza me dice que me agache y, justo cuando lo hago, una de las
cuchillas de Sorgo medio destroza una de las cajas de madera que usaba a modo
de escondite .Esa estuvo muy cerca....
Ruedo por el suelo
hacia un lado y me preparo para recibir un segundo ataque de Sorgo, que me mira
con cierta sonrisa despectiva en su cara; el tío disfruta con esto, lo noto. Se
abalanza nuevamente sobre mí y nos precipitamos al suelo, desde el segundo piso;
por suerte, logro agarrarme a la barandilla de la pasarela antes de caer junto
con Sorgo, que aterriza sobre un montón de cajas de madera, destrozándolas. Uno
menos del que preocuparse...
Oh, oh,.... un
chasquido metálico a mis espaldas me indica que Kora ha transformado otra vez
su brazo-arma y se dispone a atacar.... ¡muévete de una vez! Dicho y hecho,
salto hacia atrás para esquivar sus disparos y aprovecho el salto para caerle
encima y noquearla.... Y van dos.
El grito rabioso de
Lang me indica que no le ha gustado nada lo que acabo de hacerle a su hermana,
por lo que parece decidido a devolverme el favor con ayuda de sus letales rayos
eléctricos,.... letales si te alcanzan, claro está, pero procuraremos que eso
no ocurra, ¿verdad? Esquivo fácilmente su primer ataque y aprovecho que tarda
unos tres segundos en recargar sus guantes para correr hacia él, al tiempo que
transformo mi bastón en unos nunchakus. Llego hasta él y , colocándole el
nunchaku sobre su garganta , salto con una voltereta y le esquivo , colocándome
a su espalda , creando con el nunchaku un lazo que le atrapa lo suficiente como
para practicarle una llave de nin-jit-su , que le lanza por el aire y le
estrella contra la pared dejándole inconsciente ....Van tres .
Por el rabillo del ojo
veo a Yago. Me observa sin moverse, lo cual dificulta el poder atacarle primero.
Es listo, espera mi ataque en lugar de
abalanzarse sobre mí, al igual que sus compañeros. Sea como sea, le arrojo mi
bastón y me lanzo sobre él esperando que éste le distraiga lo suficiente como
para poder golpearle.... Por desgracia, Yago no es tonto y, mientras repele mi
bastón con uno de sus rayos, con otro me golpea de lleno en el pecho, lanzándome
contra un montón de cajas apiladas. Medio aturdido por el impacto, desenfundo
mis pistolas de plasma y le disparo tres andanadas. Yago las esquiva fácilmente
y se sonríe,.... lo que no sabe es que una de las andanadas no iba dirigida a él,
sino a la viga de acero que está situada sobre su cabeza. Cuando se da cuenta
de su error ya es muy tarde, la viga le golpea y le deja grogui.... Y van cuatro.
Ahora vamos a ocuparnos del tubito de marras.
Cuando me giro para
inspeccionar el tubo, un puño tan grande como mi cabeza impacta de lleno contra
mi cara. La fuerza del puñetazo me lanza contra una de las paredes y, medio
grogui por el golpe recibido, veo acercarse hasta mí al inquilino del tubo. Se
trata de un mastodonte de 2`50 ms. de altura, piel gris y pose simiesca, debido
a sus largos y enormes (sobretodo eso, enormes) brazos .La pregunta del millón
es ¿cómo narices ha podido salir King Kong del tubo? Las respuestas las buscaré
más tarde, de momento será mejor que me mueva si no quiero ser hecho picadillo
por King Kong.
Me reincorporo dando
un salto y, con las pistolas cargadas y a punto, me lanzo contra Kong. A medio
metro de él, doy un salto y me apoyo en su pecho para impulsarme hacia atrás al
tiempo que, al girar en el aire, le descargo dos andanadas de plasma a bocajarro.
El impacto de los disparos lo arroja contra la pared, destrozándola y abriendo
una nueva salida hacia la calle. Aún así, el impacto ni lo ha notado, pues se
levanta enseguida del suelo y, desperezándose como los perros, carga nuevamente
contra mí. Calculo rápidamente su velocidad para saltar en el momento oportuno
y así esquivarle...., lo cual sería mejor hacer..... ¡Ahora! (ole torito....)
Kong aterriza de lleno contra el enorme tubo de cristal, destrozándolo por
completo junto a la maquinaria que lo mantenía funcionando, provocando, a su vez,
una descarga eléctrica que el grandullón
recibe de lleno. Esta vez si que parece haberlo notado. Se levanta tambaleante,
me mira confuso y parece dispuesto a embestirme
nuevamente, pero al final,... cae inconsciente al suelo.
Cuando me dispongo a
echarle un vistazo al grandullón, un círculo de luz aparece entre ambos, el
gigante y yo. Del círculo de luz emergen dos personas, un hombre y una mujer. Son
Portal, una teleportadora, y Sato Harada,
su señor. Sato es un peligroso asesino, líder de los Yakuza, la poderosa
organización criminal japonesa. Maneja en las sombras la mayoría de los
negocios clandestinos que se llevan a cabo en Japón y es temido y respetado por
casi todo el mundo en ese país. Aparte de todo eso es, además, un guerrero increíble,
con el cual no me gustaría enfrentarme en estos momentos. Con un gesto autoritario,
ordena al gigantón que se ponga en pie. Portal, por su parte, ha reunido a los
de “Luna Negra”, que parecen recuperarse poco a poco.
Sato, antes de irse,
me felicita por mi actuación ante “Luna Negra” y su nueva adquisición, Avalancha,
que así se llama el grandullón grisáceo. Después, desaparece tal y como ha venido,
llevándose con él a los de “Luna Negra” y a Avalancha, dejándome allí solo, con
un millón de preguntas rondándome en el cerebro.... Sea como sea, abandono el
lugar con la certeza de un nuevo encuentro con “Luna Negra “y, como no, seguro
que también con Avalancha.... Estaré esperando. Por cierto, recordarme que
tengo que romperle las piernas a mi informador... ¿Tráfico de armas...? ¡Ja!
- F
I N -
jajjajaj me ha gustado el final :D
ResponderEliminarMe alegra ver que te hizo gracia, aunque es un poco tonto, je, je. Tengo otra historia más por ahí guardada de Black Fox, igual me animo y la cuelgo en el blog la semana que viene.
ResponderEliminarBien por eso! así tengo para leer un rato =D!
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